Una de las tareas mas difíciles que nos puede suceder es la de fotografiar chicos de corta edad. Son inquietos, muy poco pacientes y pierden rápidamente la atención.
Y uno de los errores más comunes es la de tomar la fotografía desde nuestro punto de vista, provocando una visión “de gigante” hacia abajo debido a la obvia diferencia de alturas. Otra es no estar previamente preparados para captar sus expresiones de manera más natural. También es muy común no saber como atraer su atención y mantenerla aunque sea durante períodos de tiempo que nos permitan fotografiarlos.